Atacaron a Alliez II para evitar en lo posible al gran Goikoetxea. El delantero donostiarra y el zaguero gasteiztarra, vencedores del Campeonato del Consejo Mundial
La distribución de los 509 pelotazos a buena que dieron los cuatro protagonistas de la final del Campeonato del Consejo Mundial de cesta punta ayuda a comprender lo sucedido ayer en el Balda. Los campeones, Egiguren y Hernández se repartieron los suyos a partes iguales, 129 cada uno. Alliez II fue el puntista que más veces entró en acción, 138, mientras que su delantero Goikoetxea se quedó en 113, veinticinco menos.
Si la pareja en la que su hombre fuerte, en este caso Goikoetxea, no puede llevar el peso del juego, los adversarios comienzan a dar el primer paso para adjudicarse la victoria. Lo intentó el fenomenal puntista zumaiarra, que retrasó su posición para intentar que su cesta recogiera una pelota que voló frecuentemente varios metros por encima de su cabeza en busca del flanco débil, de Arnaud Alliez.
El zaguero de Pau no pudo contrarrestar la pegada de dos rivales que le buscaron con obsesión. Incluso Mikel Egiguren evitó, salvo en contadas ocasiones, entrar en el tú a tú con Goikoetxea. No le quisieron ni ver hasta la entrega de las txapelas.
La participación de Jonathan 'Duke' Hernández resultó decisiva en la suerte de la final. Goikoetxea trató de obligarle, de hacer botar la pelota para que le rebasara. Sin embargo, el gasteiztarra resolvió buena parte de los problemas que le planteó el zumaiarra con una actuación plena de dominio en la zaga y de seguridad. Su primer error llegó en el 11-13 y para ver el siguiente hubo que esperar al 22-30, con la suerte del partido echada.
Raíces zumaiarras de 'Duke'
Un 'Duke' Hernández con raíces en Zumaia ya que su padre vivió muchos años en esta localidad. Jugaba a mano y llegó a intervenir en el Interpueblos antes de contraer matrimonio y marcharse a vivir a Vitoria.
El punto culminante de la actuación del gasteiztarra llegó cuando firmó el 7-11. Recogió de cuclillas una pelota dificilísima que le había enviado Goiko, se incorporó y acabó con un derechazo al ancho. El público le premió con una ovación.
Aunque la mayoría de los aplausos correspondieron a varios remates de bella factura a cargo de Iñaki Goikoetxea, autor de varios txik- txak, alguna txula y rebotes de derecha potentes. Posee una fuerza descomunal y un dominio de la cancha reservado a los números uno como él.
Aunque esta vez resultaron insuficientes ante una pareja, Egiguren II-Hernández, que se presentó en el Carmelo Balda con la lección bien aprendida. El delantero donostiarra recuperó un título que ya consiguió en 2010, entonces con un Imanol López que en esta edición ha visto rota su racha de cuatro txapelas consecutivas. Para Hernández, figura de la final, es la primera a sus 31 años.
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