"Cierra los ojos y velas"
La donostiarra Ania Miner, ciega de nacimiento, relató ayer en el Museo Marítimo la travesía que realizó entre Zumaia y Hondarribia a bordo de un velero
Ania Miner confiesa que siempre ha sido "un poco aventurera". "Me apunto a todo lo que me echen", dice. Y así es. En junio del año pasado se animó a hacer un curso de navegación para invidentes que organizó la empresa náutica que dirige Floren Probenza en Zumaia. A raíz del curso surgió la idea de realizar una travesía. "En un principio íbamos a venir a Bilbao, pero el tiempo nos jugó una mala pasada y tuvimos que ir a Hondarribia". A pesar de ello, la experiencia fue "increíble". "El poder manejar un objeto tan grande sin barreras de ningún tipo, sin nada que impidiese que el barco avanzara, fue estupendo", señala. También pudo sentir el vuelo de los peces-luna o el flamear de las velas. "Aunque los ciegos no podamos ver, sabemos, por el ruido, si la vela está inflada o no", aclara. Le gustaría repetir la aventura, pero duda de que alguien, las instituciones, sobre todo, estén dispuestas a subvencionar este tipo de experiencias.
Mientras surge una nueva oportunidad náutica, Ania sigue adelante con sus próximas aventuras. Por ejemplo, irse este verano a Estados Unidos. "Voy a visitar a unos amigos y aprovecharé para ver si surge alguna oportunidad de trabajo", dice. Va a tantear esa posibilidad ya que Ania está convencida de que "mi futuro está en el extranjero". Aunque le faltan dos asignatura para acabar Derecho, no cree que pueda dedicarse a ejercer "porque la jurisprudencia no está informatizada, todo es papel". A ella lo que verdaderamente le gusta son "las cuestiones de accesibilidad y la tecnología accesible", que es en lo que es experta, como así figura en su tarjeta de presentación. "En Euskal Herria y en el Estado español estamos a años luz de Europa y Estados Unidos en esas cuestiones", señala. Por eso quiere poner rumbo al país de las oportunidades. Gracias al dominio del inglés y a su espíritu aventurero ha viajado por medio mundo. Se fue hace dos veranos como cooperante a India y Nepal, y recientemente ha estado en Alemania en un congreso sobre tecnología accesible. Allá donde va se maneja con el GPS de su iPhone y si no, como cuando fue a Asia, con el preguntófono, "que funciona muy bien en todas partes".
Que historia mas bonita!
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