LORE Y ASENTXI DE ZUMAIA CUENTAN EL RELATO DE LOS REFUGIAOS VASCOS
«Nosotras fuimos los niños sirios»
Tenían 10 y 4 años cuando subieron a un camión con sus madres. Se habían convertido en refugiadas
Dos mujeres de Zumaia recuerdan los días en los que la felicidad de su infancia se trocó en miedo. Cuando ven a los fugitivos sirios saben lo que sienten
JAVIER GUILLENEA
El recuerdo, uno de tantos, es el de decenas de mujeres y niños, todos cargados con fardos y hacinados en camiones. Es muy temprano. No cesa de llover y hace mucho frío. El rebaño humano -porque es así como se sienten tratados- trepa a los vehículos sin toldos. No pueden sentarse, son demasiados. Tratan de acomodarse de pie, apoyados unos en otros. Desconocen su destino, solo saben que quizá nunca regresen. Se acaban de convertir en refugiados aunque nunca han pronunciado esa palabra.
ITXARKUNDIA
Es una imagen perpetuada en la memoria, aunque hay otras que han quedado plasmadas en fotografías. Como la de cuatro mujeres y tres niños que avanzan sobre una carretera mojada. Una de las mujeres lleva un bebé en brazos. Camina precedida por una niña que mira a la cámara con miedo o curiosidad, nunca se sabrá. Lo que sabemos de ella es que con su mano derecha sujeta una muñeca.
EL DESTIERRO
256
expulsados. Las tropas nacionales expulsaron de Zumaia a 256 vecinos, la mayoría mujeres, niños y ancianos de familias nacionalistas. Muchos de ellos regresaron al cabo de un tiempo después de un largo periplo en el que experimentaron el valor de la solidaridad y el dolor del egoímo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario