Desde Florida a Zumaia, cruzando el Atlántico
Una boya de marcación perdida de los Cayos de Florida finaliza su periplo en aguas cercanas a Zumaia
A través del perfil de Facebook del organismo Florida Keys
National Marine Sanctuary (Santuario marino nacional de los Cayos de
Florida) se ha sabido de esta curiosa noticia. Una boya de marcación
utilizada por este organismo cruzó el océano Atlántico y llegó hasta
aguas cercanas a Zumaia, donde fue recogido por el zumaiarra Ramón
Larrañaga Zubia.
La boya en cuestión se hallaba en el área de preservación
de Looe Key hasta que de alguna manera se soltó de su amarre. Ramón
aventura que la cuerda pudo cortarse por efectos de la hélice de un
barco que pasaba por las inmediaciones.
Ramón y su madre Arritxu, con la boya en cuestión. ROMATET
La boya fue alejándose de su posición hasta adentrarse en
las corrientes oceánicas que le han llevado a la otra orilla del
Atlántico, cruzando miles de millas marinas. «Cuando me la encontré en
el mar vi que decía que era propiedad del Gobierno de los Estados
Unidos».
Ni corto, ni perezoso, Ramón llamó al organismo marítimo
para decirles que había recogida la boya. «Me dijeron que enviara una
foto con la señal, que es la que ha aparecido en Facebook». Añade Ramón
que la que recogió no es la única boya 'perdida'. «Parece ser que ha
aparecido otra en costas de Escocia».
El organismo estadounidense se pregunta con humor «quién
recuperará la boya para ellos». «Será difícil: ¡ahora mismo está en la
huerta!», responde carcajeándose.
A través del perfil de Facebook del organismo Florida Keys
National Marine Sanctuary (Santuario marino nacional de los Cayos de
Florida) se ha sabido de esta curiosa noticia. Una boya de marcación
utilizada por este organismo cruzó el océano Atlántico y llegó hasta
aguas cercanas a Zumaia, donde fue recogido por el zumaiarra Ramón
Larrañaga Zubia.
La boya en cuestión se hallaba en el área de preservación
de Looe Key hasta que de alguna manera se soltó de su amarre. Ramón
aventura que la cuerda pudo cortarse por efectos de la hélice de un
barco que pasaba por las inmediaciones.
Ramón y su madre Arritxu, con la boya en cuestión. ROMATET |
La boya fue alejándose de su posición hasta adentrarse en
las corrientes oceánicas que le han llevado a la otra orilla del
Atlántico, cruzando miles de millas marinas. «Cuando me la encontré en
el mar vi que decía que era propiedad del Gobierno de los Estados
Unidos».
Ni corto, ni perezoso, Ramón llamó al organismo marítimo
para decirles que había recogida la boya. «Me dijeron que enviara una
foto con la señal, que es la que ha aparecido en Facebook». Añade Ramón
que la que recogió no es la única boya 'perdida'. «Parece ser que ha
aparecido otra en costas de Escocia».
El organismo estadounidense se pregunta con humor «quién
recuperará la boya para ellos». «Será difícil: ¡ahora mismo está en la
huerta!», responde carcajeándose.
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