sábado, 16 de marzo de 2013

LA ZUMAIANA LUCIA LACARRA ACTUADO EN EL TEATRO REAL DE MADRID

 

Lucía Lacarra regresa al Real con la CDN

Lucía Lacarra y su marido, Marlon Dino,
Bailarines Principales del Ballet de la Ópera de Munich,
bailando 'El Cisne Blanco'. ::M. LOGVINOV
Interpretará 'El Cisne Blanco' y 'Sonatas' en una gala para presentar la sección clásica de la compañía

SU PERFIL

Zumaia vio nacer a Lucía Lacarra el 24 de marzo de 1975.
Formación: Estudio de Danza 'Thalia' (Donostia) con Mentxu Medel y Escuela de Danza de Víctor Ullate (Madrid).
Compañías: Ballet de Víctor Ullate (1990-1994), Ballet Nacional de Marsella (1994-1997), San Francisco Ballet (1997-2002), Ballet de la Ópera de Munich, desde 2002.
Galardones: Premio 'Danza&Danza' (1995), Premio Positano (1995), Premio Isadora Duncan (1999), Premio Nijinsky (2002), Premio Benois de la Danse (2003) -óscar de la danza-, Premio Sabino Arana (2004), Premio Nacional de Danza (2005), Premio Trayectoria Artística de Gipuzkoa (2009), Gran Premio 'Dance Open' (2010), Premio del Público 'Dance Open' (2011).
Nombramientos:'Bayerisches Kämmertanzerin' (Bailarina de Cámara de Baviera), en 2008 y 'Bailarina de la Década' (Moscú), en 2010.
Hito: Primera bailarina española invitada a participar en el Concierto de Año Nuevo de Viena (2007), dirigido por Zubin Mehta, siendo también la primera artista en bailar en directo el vals 'El Danubio azul', desde el palacio de Schönbrunn. La emisión por el canal internacional de la ORT contó con una audiencia estimada en cien millones de televidentes de 60 países.
 
 D.V.Trece años han transcurrido desde la primera y única ocasión en la que Lucía Lacarra (Zumaia, 1975), Bailarina Principal del Ballet de la Ópera de Munich, actuó en el Teatro Real de Madrid. Hoy participa en la gala de presentación de la sección clásica de la Compañía Nacional de Danza (CND), que tendrá lugar en el coliseo madrileño bajo la presidencia de doña Sofía. «Esta invitación supone muchísimo para mí: es la primera vez que voy a actuar con la CND, y estoy encantada de participar en este momento de reincorporación de un estilo más clásico al repertorio de la compañía. Me parece una iniciativa fantástica por parte de José Carlos Martínez. He actuado sólo una vez en el Teatro Real, pero tengo un recuerdo maravilloso y muchísimas ganas de volver a bailar allí. En los años en los que trabajé con Víctor Ullate en Madrid, el teatro estaba cerrado por renovación, y nunca puede siquiera visitarlo», asegura la intérprete guipuzcoana.

El objetivo del espectáculo es el debut en sociedad del apartado clásico creado en el seno de la CND, acorde al plan maestro presentado por José Carlos Martínez (Cartagena, 1969), cuando fue seleccionado en 2011 para dirigir el rumbo de la formación liderada por Nacho Duato durante dos décadas. «La CND debe ofrecer espectáculos diferentes que abarquen el clásico, neoclásico y contemporáneo. No he querido diferenciar o hacer dos compañías; hemos puesto la coletilla de 'clásica' para que el público entendiera qué es. La CND clásica es un nuevo proyecto para ampliar nuestros registros y que tenga la identidad que toda compañía nacional debe tener. Se trata de un grupo de 22 bailarines dentro de la CND, con el que se puede hacer piezas con el vocabulario clásico en el que se han formado», explica Martínez.

El programa de la gala inaugural de la CND clásica hace guiños a épocas pasadas de la compañía como la etapa en la que se denominaba Ballet Nacional de España Clásico (1979-1990), y el período de Nacho Duato (1990-2010). «Se trata de ver hasta dónde hemos llegado y abrir un puente hacia el futuro, sin rupturas con el pasado. Por eso, he querido que esté el 'Cisne Blanco' de Ray Barra, porque el 2º acto de 'El lago de los cisnes' se bailó en el Ballet Nacional de España Clásico. También está representado el trabajo de después, aunque no podemos bailar obras de Nacho Duato, pero sí el 'Holberg Suite' que Tony Fabre creó para la CND 2, en la frontera entre neoclásico y contemporáneo. Balanchine porque es uno de los grandes coreógrafos y su pieza 'Who cares?' es una obra maestra, por lo tanto, mi deber es programarla», expone el director de la formación. La versión de Ray Barra del 'Cisne Blanco' será la primera intervención en la velada de Lucía Lacarra, encarnando a la sufrida Odette. «El rol de Odette es muy difícil, sobre todo, por la pureza de la coreografía, que se debe realizar con una suavidad y fluidez de movimiento que requieren mucho control. Todo esto sin olvidar la importancia del movimiento ininterrumpido de los brazos, que deben imitar al de las alas de un cisne. Siempre me he sentido atraída por el lado interpretativo de la danza. Me apasiona encarnar roles complejos que tengan un reto artístico, introducirme dentro de la piel de un personaje aportándole mis verdaderas emociones. En ese sentido, el rol de Odette es maravilloso: un alma de mujer encerrada dentro del cuerpo de un cisne y que sufre por un amor imposible», confiesa la bailarina vasca.

«Un gusto trabajar con ellos»

Para preparar su segunda intervención en la gala y el cierre de la misma, José Carlos Martínez, en calidad de coreógrafo, se desplazó a Munich tres días para montar 'Sonatas' con Lacarra y su partenaire. «Ha sido un gusto trabajar con ellos. Son unos profesionales como la copa de un pino. Se habían aprendido antes todo lo que podían a través de video. Fue muy interesante para mí, ya que he podido modificar parte de la coreografía para ellos», comenta el director. «Es una pieza académica, con vocabulario clásico, un divertimento, una coreografía a medida creada para los bailarines que tengo, una pieza coral y no existe mayor pretensión coreográfica; no busco innovar en nada», subraya. Por su parte, Lucía Lacarra explica que «es una obra creada sobre una mezcla de las 'Sonatas' del Padre Soler y de Scarlatti. Es una coreografía muy fluida, con momentos tanto virtuosos como líricos, y que pone en valor a todos los bailarines de la CND. Nosotros participamos en varios momentos. Tenemos un pasaje rápido, en la primera sonata, solos, un precioso paso a dos lírico y el final con todos los bailarines». En esta obra, participa como invitada la pianista Rosa Torres-Pardo, quien también intervendrá en la primera pieza de la noche: 'Tres preludios', con coreografía de Ben Stevenson, «es un paso a dos neoclásico; se trata de una historia de amor dentro de un estudio de danza, una pieza muy bonita para dar una imagen al comenzar el espectáculo: dos bailarines haciendo barra y ahí se ve el trabajo cotidiano del bailarín», desvela Martínez.

Halagos mutuos

La mutua admiración y amistad entre Lucía Lacarra y José Carlos Martínez, anteriormente Bailarín Estrella del Ballet de la Ópera de París, viene de lejos y se percibe durante toda la conversación. «Conozco a Lucía desde hace mucho tiempo. Es el prototipo de bailarina clásica. He bailado con ella el 'Cisne Blanco' o la 'Carmen' de Roland Petit. Lucía es alguien que vuela cuando anda. Verla bailar es mágico; instaura alrededor un aura especial. Cuando el espectador ve bailar a Lucía, se para el tiempo. Por eso quería que ella estuviera en 'Sonatas', en las que hay energía, dinámica y ese momento mágico que pone ella. Al pensar en invitar a alguien, no quería que fuera alguien que sólo viniera a bailar un paso a dos y no tocara el repertorio de la compañía. He hablado con otros bailarines españoles como Tamara Rojo, Alicia Amatriain, Joaquín de Luz o Zenaida Yanowsky, y tengo en mente contactar con más. Todo depende del repertorio y me hubiera gustado contar con más de un bailarín español invitado en esta ocasión», confiesa el responsable de la CND.

«Como bailarín, José Carlos siempre ha tenido una fluidez y claridad de movimientos únicos, y eso se refleja también en sus coreografías. Su estilo es orgánico y fluido, y verdaderamente un placer para bailar. Además tiene una gran sensibilidad y se atreve a contar una historia con sus pasos. Aparte de una estrella de la danza, José Carlos es un ser humano maravilloso y es un gozo el trabajar con él. Le apasiona su trabajo y está muy atento a los detalles, pero siempre de forma motivadora y positiva», revela Lacarra.

Para esta importante cita en el Teatro Real, la intérprete zumaiarra contará con el apoyo de su marido, Marlon Dino, como pareja. «A través de horas de trabajo, dos personas pueden conseguir bailar bien juntos. Pero cuando existe una complicidad natural, lo que dos personas pueden crear en un escenario va más allá de los simples pasos. Con Marlon tengo una confianza ciega, y me puedo dejar llevar con total libertad. Nos sentimos sin necesidad de mirarnos y nos fundimos en un simple movimiento. Y al conocernos tan bien, nos exigimos también mucho más el uno del otro. Y emocionalmente, podemos llegar mucho más lejos», confiesa la bailarina, quien también apunta su intención de mantener una estrecha colaboración con la CND, compaginándolo con su trabajo en la Ópera de Munich. A punto de cumplir 38 años, Lucía Lacarra se siente «en un momento maravilloso y sobre todo, satisfecha y totalmente realizada, tanto con todo lo que he hecho hasta ahora como de mis proyectos futuros. Con todos mis años de experiencia, en varias compañías y países, he aprendido que no hay necesidad de dar nombres a la danza (clásico, neoclásico, contemporáneo.). Estoy en un teatro donde en una misma noche puedo pasar de bailar 'Broken fall' de Russell Maliphant, descalza y con rodilleras, a bailar seguidamente 'Choreartium' de Léonide Massine, con puntas y vestido largo. Y dos días más tarde interpretar 'La bayadera' o 'La dama de las camelias'. Me considero una bailarina polifacética, y espero poder tener pronto la posibilidad de mostrar esas facetas también fuera de mi teatro. No tengo ni sueños ni espinas; lo que tengo es un trabajo que me apasiona y que intento hacer lo mejor que puedo cada día».

Al Kursaal en diciembre

José Carlos Martínez también se encuentra satisfecho con sus dos temporadas al frente de la CND, aunque aún no haya fecha para una producción completa de ballet que tanto reclaman los aficionados al clásico. «Para mí, es una victoria muy importante haber llegado hasta este espectáculo, que se empezó a fraguar hace apenas seis meses. Las cosas van cambiando. Tenemos 17 nuevos bailarines en la CND y se empieza a ver resultados. Existe una dualidad entre público de clásico y de contemporáneo. El espectador de clásico dice que seguimos haciendo lo mismo y el de contemporáneo se pone 'nerviosillo' cuando se traen piezas clásicas. Me interesa aumentar el número de espectadores, que la gente lo vea. Nuestro primer lema fue 'ven a vernos bailar', para la siguiente temporada queremos usar 'ven a bailar con nosotros' y luego llegará 'ven a ver lo que quieras vernos bailar'». Y en esa línea, el director anuncia en primicia para El Diario Vasco que la CND actuará en el Auditorio del Kursaal el próximo mes de diciembre.

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