millones de euros supone el mayor contrato firmado por Astilleros Balenciaga, por el cual la naviera se comprometió con el armador escocés North Star Shipping a construir dos buques de similares características. El primero de ellos, el 'Grampian Sovereing' fue botado ayer y partirá proximamente a su puerto base en la localidad británica de Aberdeen desde donde partirá hacia el Mar del Norte.
La compañía botó ayer en Zumaia el 'Grampian Sovereign', un buque de 83 metros, y ya trabaja en otro de similares características
Zumaia volvió a ser testigo ayer de la botadura de un nuevo buque 'engendrado' en Astilleros Balenciaga. Una buena noticia en los tiempos que corren y todo un acontecimiento que se está convirtiendo en especialmente frecuente entre los habitantes de la localidad. Y de momento, seguirá siéndolo, ya que los trabajadores de la compañía comenzarán ahora la construcción de un buque de similares características y calcado aspecto al botado ayer en la desembocadura del Urola. Con esta nueva construcción y el encargo de un atunero congelador para un armador de Bermeo, Balenciaga confirmó que contará con carga de trabajo hasta mediados de 2014.
El astillero zumaiarra goza de buena salud y continúa con su particular idilio con la empresa armadora escocesa, North Star Shipping, ya que el 'Grampian Sovereing', buque de 83 metros de eslora (segundo más grande fabricado en la planta después del Adams Challenge botado en 2008 y de 85,7 metros de eslora) se convierte en el decimoctavo buque que Balenciaga construye para el mismo armador.
La necesaria busqueda de petroleo en aguas cada vez más profundas ha provocado que la naviera guipuzcoana se haya especializado en surtir de este tipo de buques encargados de servir de apoyo a las plataformas petrolíferas ubicadas mar adentro en aguas de medio mundo, los denominados buques offshore. Para ello también se ha construído el 'Grampian Sovereing' que ayer a alrededor de las 15 horas posó su panza en las poco profundas aguas del Urola en su desembocadura en Zumaia. De hecho en las semanas previas, un barco se ha encargado de dragar la ría con el fin de que el buque no encallara nada más tocar el agua. Al acto acudió el Diputado General de Gipuzkoa Martin Garitano, quien resaltó que «este es el camino adecuado para generar riqueza y repartir el trabajo», y aplaudió la labor de la compañía que «tendrá su continuidad con un nuevo buque».
Mas concreto en sus apreciaciones fue el consejero técnico de la compañía, José Luis Sansinenea, quien aseguro que las expectativas de Balenciaga «son muy positivas» para los próximos años. «Estamos aguantando muy bien la difícil situación global -aseguró-, pero no solo nosotros, sino los astilleros vascos en general». Sansinenea señaló que los astilleros en mayores dificultades en la península son los gallegos, «aquí nos defendemos más dignamente», añadió.
Nuevas ayudas
Las espectativas son esperanzadoras ya que a la garantizada carga de trabajo en el próximo año y medio se suma la posibilidad de firmar nuevos contratos gracias a la autorización por parte de la Comisión Europea del nuevo sistema financiero-fiscal para esta actividad, que fue prohibido en junio de 2011 como consecuencia de un procedimiento abierto por ayudas de Estado ante la denuncia de países de europeos como Holanda, Noruega, Francia o Portugal. De esta forma, la nueva ayuda rebajará el precio de los barcos un máximo del 20%, lejos de la bonificación del 30% que suponía el 'tax lease'. Aún así todas las ayudas son bienvenidas a estas alturas. «Después de este periodo de impasse y de acometer proyectos sin ayudas, la decisión de la UE nos da tranquilidad y nos abre la posibilidad de volver a contratar», concretó Sansinenea.
Balenciaga se encuentra, de esta forma, explorando nuevas operaciones, como confirmó el consejero técnico de la compañía, aunque de momento no se puede precisar que en fechas cercanas se cierre contrato alguno. «Esperamos que alguno de ellos llegue a buen puerto», apostilló Sansinenea.
De momento el 'Grampian Sovereing' ya ha dejado espacio para comenzar con el montaje de su «gemelo» y cumplir así con el contrato más importante firmado por el astillero de Zumaia con la armadora de Aberdeen. Y es que ambos buques suman un valor superior a los 60 millones de euros. Dicho contrato fue obtenido en dura pugna con astilleros europeos y asiáticos, que estos últimos acaparan el 90% de los pedidos actuales. Estos buques se encargarán de transportar a las plataformas petrolíferas del Mar del Norte pertrechos (alimentos, repuestos...) y regresar de ellos con basuras y residuos que se generan en ellos.
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