El acto coincidió en el tiempo con la decisión del Pleno de derogar la designación de alcalde de honor para Franco
El Ayuntamiento homenajeó a las víctimas zumaiarras de la represión franquista
El 13 y 14 de febrero se cumplieron 75 años de dos de los días más negros de la larga historia de Zumaia, cuando 256 vecinos de la villa, ancianos, mujeres y niños, tuvieron que dejar su localidad natal por orden de los dirigentes alzados a la alcaldía por las tropas ocupantes franquistas. 75 años más tarde, la actual corporación quiso realizar un acto de desagravio y homenaje a los supervivientes, a sus familiares y a los miembros de la corporación que tuvieron que abandonar sus cargos tras la entrada de los soldados nacionales en Zumaia, en septiembre de 1936. El acto de homenaje coincidió con la decisión tomada por unanimidad del Pleno de derogar la designación de Francisco Franco como alcalde honorario de Zumaia y acusarle de crímenes contra la humanidad.
El salón de plenos del Ayuntamiento se quedó pequeño ante la avalancha de zumaiarras que quisieron seguir el acto. Entre los murmullos se podían escuchar las palabras de estas personas que en su niñez tuvieron que sufrir lo indecible: «Tuvimos que irnos trece, el mayor en barco. Nuestro padre se fue en tren y no sabíamos donde estaba...». «Yo tenía 10 años cuando nos expulsaron». « Yo 12 y fuimos cuatro los familiares que tuvimos que irnos».
El alcalde Iñaki Agirrezabalaga se disculpó ante los presentes por las dificultades que tenían para seguir el acto, pero recordó el simbolismo de realizar el acto «en el mismo salón de plenos donde presuntamente se tomó la decisión de expulsar» a aquellos vecinos.
En una sentida alocución, Agirrezabalaga afirmo sentirse honrado por dirigirles unas palabras y mostrarles su respeto. Rememoró los hechos acaecidos aquel 1937 y recordó a la «legítima» corporación que fue «violentamente apartada» del cargo. «Mediante este acto queremos recordar aquellos acontecimientos, y expresar que hechos como aquellos no pueden volver a repetirse. Debemos recordar estos duros acontecimientos para que aquellos que dentro de unos años decidan el futuro de nuestro pueblo, las eviten y transiten por el camino correcto».
El alcalde hizo una mención especial a José Manuel Manterola, gudari de 101 años de edad que falleció el mismo día en que tuvo lugar el homenaje.
El salón de plenos del Ayuntamiento se quedó pequeño ante la masiva asistencia de zumaiarras al acto. :: ROMATET |
Marina Bidasoro, exalcaldesa de Zumaia y actual directora de derechos humanos y memoria histórica de la Diputación, subrayó que se hallaba «orgullosa de estar entre vosotros, entre las víctimas de un periodo oscuro y lleno de sufrimiento de nuestro pueblo». Recordó que «no debemos olvidar, no podemos ser un pueblo sin memoria. El olvido supone dejar las puertas abiertas a que se repita la historia. Por eso, en contra del olvido, reclamamos justicia».
El acto prosiguió con la exhibición de imágenes históricas, bertsos de Jon Maia y unas palabras de Joseba Esnal, miembro de Erkibe, que buceando en archivos, ha rescatado la historia de Zumaia y sus habitantes en aquella traumática época. Gran parte de los asistentes apenas pudieron contener las lágrimas.
Los protagonistas del acto, aquellos que fueron expulsados de sus hogares y deambularon durante años en el exilio, mostraban su satisfacción por la celebración del acto. Mientras Lore Albizu decía sentirse «aliviada», Jexux Etxabe era más rotundo: «¡Ya era hora!».
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