sábado, 31 de diciembre de 2011

ANTON EGUIGUREN EXPONE EN OXFOR

Anton Eguiguren expone su obra de los últimos años en la sala Oxford

El elemento principal de la muestra es un mural de diez metros que el autor vende por trozos


Cuadros de gran tamaño y vivos colores, más algún boceto, pueblan estos días las paredes de la sala Oxford, de la casa de cultura Alondegia, en la exposición que reúne algunas de las obras realizadas por el zumaiarra Antón Eguiguren en estos últimos años. La muestra estará abierta al público, de lunes a viernes, de 18:00 a 20:00, hasta el domingo 8 de enero.

Antón Eguiguren junto
 al mural de 10 metros de longitud. :: ROMATET
Más conocido por la labor desarrollada junto con su hermano Ramón en el campo de la fotografía, Antón siempre ha sentido una atracción por la pintura. «He sido aficionado a la pintura desde que era un chaval, pero cuando fuimos a Barcelona nos decantamos por la fotografía. Cuando regresé a Zumaia vi que el campo se reducía y opté por la pintura (mi hermano Ramón sigue con la fotografía); me lancé más, pero tampoco he expuesto, por lo que a algunos les puede sorprender que me haya dado por ahí», comentaba el protagonista de la exposición.
El elemento principal de esta muestra es un mural de diez metros de longitud, que el artista vende por trozos. «Los cuadros no tienen salida; no se venden. Por ello, para esta ocasión elegí hacer algo grande y que se pueda vender por trozos. Se puede escoger el pedazo del mural que se desee, de un mínimo de 30 centímetros. Los cuadros ya estructurados, tienen una elaboración y un precio. Éste, al ser un conjunto y al decidir que se vendiera por trozos, lo he puesto más asequible al público».
Exceptuando los bocetos, algunos de cuadros que no ha llevado a la exposición, la obra de Antón se caracteriza por el gran tamaño de sus pinturas. «Siempre me ha gustado los cuadros de gran tamaño. Es cierto que son más difíciles de vender, pero nunca he ido por lo comercial. Me salen así, con mucho color».
Afirma que a la hora de pintar no se inspira en ningún motivo concreto. «Me pongo a trabajar y pienso. Hay ocasiones que se te ocurre un tema y te lanzas. Pero las voy variando. Siempre intento que me guste lo que hago. No que les guste a los demás. Si haces algo intentando que le guste a los otros, no logras nada», concluye..

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