PATRIMONIO GEOLÓGICO
La costa de Zumaia, con estratos del Cretácico Terciario (coincidente con la extinción de los dinosaurios). Cedida
El patrimonio geológico español refleja hitos mundiales como el momento de la extinción de los dinosaurios y el reto es protegerlo e impedir su olvido, afirma José Pedro Calvo Sorando, el primer español miembro de la directiva de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas.
El catedrático de Petrología y Geoquímica de la Universidad Complutense de Madrid ha sido nombrado secretario general de la organización (IUGS, en sus siglas en inglés), que agrupa a más de un millón de profesionales de 122 países y es la mayor y más activa organización científica no gubernamental geológica del mundo.
Calvo Sorando avanza su intención de seguir consolidando la entidad, fortalecer los lazos con la agencia de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) e impulsar los programas de investigación geológica a nivel mundial de la IUGS.
Entre los trabajos de investigación destacan los relativos a los impactos del cambio climático en la costa y conocer las necesidades de la Humanidad de abastecimiento de materias primas (minerales, energéticas, agua subterránea...).
"Hacer previsiones fiables y bien fundadas sobre qué disponibilidad de recursos vamos a tener en una perspectiva a 20 años es uno de los puntos claves de la actividad" de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, explica el que también fuera director del Instituto Geológico y Minero de España.
Aunque la geología se hace más visible cuando ocurren desastres naturales, esta disciplina está "en la base de la vida, porque los geólogos sabemos dónde se encuentran los recursos y cómo buscarlos", añade el catedrático, que lamenta la casi desaparición de la geología del curriculum académico y el déficit de conocimiento entre el gran público.
Destaca, por otro lado, la relativamente reciente introducción de un concepto como la "geodiversidad", recogida en España por primera vez a nivel legislativo en la Ley del Patrimonio Natural, debido a la necesidad de divulgar, conservar y proteger elementos valiosos, como pliegues, estratos, figuras, relieves y formas geológicas y yacimientos.
En España, el mayor riesgo de su patrimonio geológico, caracterizado por una enorme riqueza y diversidad, es que no sea tenido en cuenta y caiga en el olvido, así como su protección legal.
"Su situación no es mala, gracias a la combinación de las distintas figuras legales de protección", recalca el geólogo, que aboga por trabajar en la buena coordinación de actividades del patrimonio.
La visita a estos lugares se acompaña de actividades de tipo etnográfico, cultural, histórico, agronómico y gastronómico, lo que ha dado lugar a los llamados geoparques, unos 140 en el mundo -más de la mitad europeos, diez de ellos españoles-.
Dentro de la red española, hay ejemplos como el de la costa vasca de Zumaia que atesoran hitos geológicos como una representación del límite Cretácico Terciario (coincidente con la extinción de los dinosaurios), un punto en las capas del terreno que refleja ese momento de la historia de hace 65 millones de años.
En el mismo parque también se puede observar en las rocas "el momento de hace 50 millones de años cuando la Tierra sufrió un calentamiento verdaderamente notable", ha agregado el catedrático.
La Red Mundial de Geoparques de la Unesco, cuya adhesión implica cumplir unos estrictos criterios de gestión y conservación, será uno de los temas a debate en la reunión de esta agencia el próximo mes en su sede de París.
Una de sus preocupaciones "es tener lo mejor organizado posible el conjunto de países y sus representaciones geológicas y que este patrimonio sea reconocido dentro de instancias superiores".
Concluye el catedrático recordando que Darwin era geólogo de formación "y si llegó a la concepción de que las especies evolucionan es porque hizo una reflexión sobre el tiempo. La necesidad de mucho tiempo para que las especies evolucionaran".
El catedrático de Petrología y Geoquímica de la Universidad Complutense de Madrid ha sido nombrado secretario general de la organización (IUGS, en sus siglas en inglés), que agrupa a más de un millón de profesionales de 122 países y es la mayor y más activa organización científica no gubernamental geológica del mundo.
Calvo Sorando avanza su intención de seguir consolidando la entidad, fortalecer los lazos con la agencia de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) e impulsar los programas de investigación geológica a nivel mundial de la IUGS.
Entre los trabajos de investigación destacan los relativos a los impactos del cambio climático en la costa y conocer las necesidades de la Humanidad de abastecimiento de materias primas (minerales, energéticas, agua subterránea...).
"Hacer previsiones fiables y bien fundadas sobre qué disponibilidad de recursos vamos a tener en una perspectiva a 20 años es uno de los puntos claves de la actividad" de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, explica el que también fuera director del Instituto Geológico y Minero de España.
Aunque la geología se hace más visible cuando ocurren desastres naturales, esta disciplina está "en la base de la vida, porque los geólogos sabemos dónde se encuentran los recursos y cómo buscarlos", añade el catedrático, que lamenta la casi desaparición de la geología del curriculum académico y el déficit de conocimiento entre el gran público.
Destaca, por otro lado, la relativamente reciente introducción de un concepto como la "geodiversidad", recogida en España por primera vez a nivel legislativo en la Ley del Patrimonio Natural, debido a la necesidad de divulgar, conservar y proteger elementos valiosos, como pliegues, estratos, figuras, relieves y formas geológicas y yacimientos.
En España, el mayor riesgo de su patrimonio geológico, caracterizado por una enorme riqueza y diversidad, es que no sea tenido en cuenta y caiga en el olvido, así como su protección legal.
"Su situación no es mala, gracias a la combinación de las distintas figuras legales de protección", recalca el geólogo, que aboga por trabajar en la buena coordinación de actividades del patrimonio.
La visita a estos lugares se acompaña de actividades de tipo etnográfico, cultural, histórico, agronómico y gastronómico, lo que ha dado lugar a los llamados geoparques, unos 140 en el mundo -más de la mitad europeos, diez de ellos españoles-.
Dentro de la red española, hay ejemplos como el de la costa vasca de Zumaia que atesoran hitos geológicos como una representación del límite Cretácico Terciario (coincidente con la extinción de los dinosaurios), un punto en las capas del terreno que refleja ese momento de la historia de hace 65 millones de años.
En el mismo parque también se puede observar en las rocas "el momento de hace 50 millones de años cuando la Tierra sufrió un calentamiento verdaderamente notable", ha agregado el catedrático.
La Red Mundial de Geoparques de la Unesco, cuya adhesión implica cumplir unos estrictos criterios de gestión y conservación, será uno de los temas a debate en la reunión de esta agencia el próximo mes en su sede de París.
Una de sus preocupaciones "es tener lo mejor organizado posible el conjunto de países y sus representaciones geológicas y que este patrimonio sea reconocido dentro de instancias superiores".
Concluye el catedrático recordando que Darwin era geólogo de formación "y si llegó a la concepción de que las especies evolucionan es porque hizo una reflexión sobre el tiempo. La necesidad de mucho tiempo para que las especies evolucionaran".
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