viernes, 4 de noviembre de 2011

NAUFRAGIO FRENTE LA COSTA GUIPUZCOANA


                                          EL  MISTERIO DEL   "MOCHO"

Ocurrió una madrugada como la de hoy pero de hace un año. El 'Motxo' surcaba las aguas poco profundas de la rasa mareal de Deba. Sus nueve tripulantes, según declararon, se dirigían al puerto de Pasaia tras una noche en la que las capturas habían sido más bien escasas. Eran aproximadamente las 5 horas. El barco fue alcanzado por un tren de olas que terminó por arrastrarlo hasta las rocas.
Un año después, la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos, organismo dependiente del Ministerio de Fomento y que analiza las causas del naufragio, aún no ha hecho público el informe definitivo. Las incógnitas siguen siendo, por lo tanto, las mismas que surgieron a las pocas horas del suceso. Algunas voces se adelantaron a señalar que el barco faenaba de manera ilegal, en aguas del biotopo del 'flysch'. La tripulación lo negó.
Josune Renteria, armadora del barco, mantiene hoy lo mismo que afirmó a las pocas horas del siniestro. Sin embargo, no quiere hablar, prefiere no pronunciarse. Antes de hacerlo esperará a conocer en detalle el informe de la comisión investigadora. No obstante, sostiene que «cualquiera que tenga unos mínimos conocimientos de pesca sabe que el 'Motxo' no podía estar con las redes echadas», recuerda hoy, al igual que lo hizo a las pocas horas del naufragio. La comisión, según fuentes consultadas, espera concluir el proceso de instrucción y hacer públicas las conclusiones del accidente antes de que termine el año.
Un mes varado
En la cala Elorrixa, donde el 'Motxo' permaneció varado más de un mes, ya no quedan vestigios del pesquero. Ayer por la mañana, en las horas de la pleamar, no se aprecia un cable ni pieza alguna que recuerden que el barco bermeotarra estuvo varado desde el 4 de noviembre hasta el 9 de diciembre pasados.
El naufragio se produjo en aguas del biotopo, en el término municipal de Deba, cerca del límite con Zumaia. El 'Motxo', de casi treinta metros de eslora, surcaba aquella noche las aguas del 'flysch', según manifestó su tripulación, de ruta hacia el puerto de Pasaia. El buque se aproximó en exceso a tierra hasta el punto de adentrarse en la zona de rompiente de las olas. Según las informaciones facilitadas por los miembros de la tripulación, el barco tocó con su casco el lecho marino y posteriormente recibió el impacto de varias olas, una de las cuales hizo que la red que llevaba en la cubierta cayera al mar y terminara por enrollarse en la hélice.
El 'Motxo' quedó sin gobierno, a merced del oleaje. La mar de fondo existente, con olas superiores a tres metros de altura, empujó el barco hasta que finalmente encalló en la rasa mareal. El patrón, Julen Albizua, pudo lanzar un aviso de alerta. La llamada fue recibida por otras embarcaciones que se encontraban en la zona y que, a su vez, alertaron a los centros de Salvamento Marítimo. Los nueve miembros de la tripulación fueron rescatados sanos y salvos por un helicóptero.
En las horas posteriores al suceso se llevó a cabo un intento de reflotado. La operación, que se ejecutó al día siguiente, no pudo salir peor. Cuando el remolcador de la empresa Facal comenzó a tirar, el barco se escoró y volcó sobre el costado de babor. El agua penetró en las bodegas y a partir de ese momento se desvanecieron todas las esperanzas que había para devolverlo al mar. La maniobra recibió numerosas críticas, pero ya nada se podía hacer.
13.000 litros de gasoil
La mayor parte de los 13.000 litros de gasoil que el 'Motxo' llevaba en los tanques fluyeron al mar en un espacio de alto valor geológico y medioambiental. Por ello, las autoridades apremiaron a los propietarios a que confeccionasen cuanto antes un plan para la retirada del casco.
En las jornadas siguientes, los armadores, la empresa aseguradora del pesquero y los representantes de las administraciones concernidas -Diputación, gobiernos vasco y central, así como los ayuntamientos de Deba y Zumaia- mantuvieron diversas reuniones a fin de diseñar un plan para retirar el barco sin causar mayor daño al biotopo del 'flysch'. Tras ser descartado el desguace en las mismas rocas, se decidió que lo mejor era levantar el barco con una grúa, depositarlo en una explanada que tendría que construirse y trocearlo.
La operación de izado fue todo un éxito. El 9 de diciembre, una grúa gigantesca alzó las 180 toneladas del 'Motxo' y lo dejó fuera de la zona intermareal. La operación tuvo un coste de 230.000 euros. No obstante, fuentes consultadas precisaron que el gasto real de todo el dispositivo supera con creces esta cifra. En aquellas jornadas, se tuvieron que hacer frente a sucesivas adversidades meteorológicas que obligaron incluso a suspender los trabajos de instalación de las grúas.
Tras el desguace y extracción del barco, llegó el momento de dejar la pista y el área del biotopo tal como se encontraban antes de que se produjera el naufragio. La Fiscalía de Medio Ambiente de Gipuzkoa mantiene abierto un proceso judicial por estos hechos y al igual que otros organismos se encuentra también a la espera de recibir el correspondiente informe del Ministerio de Fomento sobre las causas del accidente.

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