Foto Arritxu Bidasoro |
El 15 de noviembre de 1960 aún está en el recuerdo de muchos ciudadanos. Ese día trágico murieron siete niños del pueblo. A raíz de esa desgracia, se formó la junta de Salvamento 15 de noviembre. Iñaki Zorita ha recogido la historia en un libro.
Un trágico suceso
Un trágico suceso
En aquel aciago día otoñal se escribió una de las páginas más trágicas de la historia de Zumaia.
A primera hora de la tarde, un grupo de muchachos se acercó a la barra para presenciar la dificultosa salida del carguero Begoña al mar. El mar estaba encrespado, bravío, y en su furia una inmensa ola arrasó la barra y cogió desprevenidos a los muchachos. Algunos se salvaron arropados por el muro de la barra, otros fueron arrastrados sobre el malecón, pero a siete de ellos se llevó consigo sumergiéndolos en las aguas de la bocana.
Enseguida muchos zumaiarras se arrimaron al muelle para intentar salvar a los muchachos de una muerte segura. Sin embargo, la fuerza del mar impedía el rescate. Entre los valientes que saltaron al agua se encontraba el deportista y nadador zumaiarra Rudi Holke; el cual, saltó al agua desde la playa de Santiago, ya que a ese lado el mar tenía menos fuerza. Su tesón y valentía permitió salvar a uno de los muchachos.
EL MOSAICO DE LA BARRA VUELVE A SU LUGAR.
Diez meses despues de que fuera retirada para ser restaurada,el mosaico que se encargo para homenajear a las victimas del golpe de mar del 15 noviembre de 1960 ha retornado a su lugar original:a la barra de Zumaia.La obra fue realizada por Vicente Rodilla y durante ese medio siglo soporto los embates de la mar, filtraciones de agua y algun que otro golpe. Rakel Nacenta ha sido la encargada de recuperar esta obra que forma parte del sentir de toda una generacion de Zumaiarras.
A primera hora de la tarde, un grupo de muchachos se acercó a la barra para presenciar la dificultosa salida del carguero Begoña al mar. El mar estaba encrespado, bravío, y en su furia una inmensa ola arrasó la barra y cogió desprevenidos a los muchachos. Algunos se salvaron arropados por el muro de la barra, otros fueron arrastrados sobre el malecón, pero a siete de ellos se llevó consigo sumergiéndolos en las aguas de la bocana.
Enseguida muchos zumaiarras se arrimaron al muelle para intentar salvar a los muchachos de una muerte segura. Sin embargo, la fuerza del mar impedía el rescate. Entre los valientes que saltaron al agua se encontraba el deportista y nadador zumaiarra Rudi Holke; el cual, saltó al agua desde la playa de Santiago, ya que a ese lado el mar tenía menos fuerza. Su tesón y valentía permitió salvar a uno de los muchachos.
EL MOSAICO DE LA BARRA VUELVE A SU LUGAR.
Rakel Nacenta 2011 |
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